Descripción
Los pastos montanos de la sierra de Aralar tienen un carácter seminatural y son fruto del uso secular de estos pastos para el pastoreo estival del ganado. Al situarse en la parte alta de montaña, en su mayoría han sustituido al hayedo (tanto acidófilo como basófilo) que dominaría en esta zona. El ganado suele estar presente en estos pastos desde mayo hasta octubre, y aunque el uso y gestión de los pastos montanos ha ido variando a lo largo de los siglos, actualmente predominan los rebaños de ovejas, seguidos de las vacas, yeguas y cabras. Dentro del concepto de los pastos de montaña encontraremos una gran variedad de pastos que varían según las condiciones climáticas, la litología y grosor de suelo, la pendiente, la intensidad del uso… y van desde, pastos densos desarrollados sobre suelos profundos; hasta pastos petranos, que se desarrollan en zonas kársticas sobre suelos esqueléticos. En cada caso encontraremos una composición florística característica. Aunque en general se trata de pastos abiertos, en las zonas menos pastoreadas, o con un uso menos intenso, se intercalan matorrales (helechales, brezales, argomales, espinares) formando mosaicos en los pastos. Estos matorrales reflejan fases más evolucionadas de la sucesión ecológica, y sin la presencia del ganado evolucionarían hasta el hayedo, la vegetación potencial.
Especies representantes
Los pastos suelen ser comunidades muy ricas en especies, y las especies características varían según el tipo de pasto y las características ambientales. En el caso de los pastos más densos (los que se forman sobre un sustrato más profundo) las especies más abundantes suele ser Danthonia decumbens, Agrostis curtisii, A. capillaris, Festuca nigrescens subsp. microphylla, Galium saxatile, Jasione laevis y Potentilla erecta; mientras que, en las zonas kársticas y rocosas, con apenas suelo, se desarrollan pastos petranos y mesoxerófilos con Brachypodium pinnatum subsp. rupestre, Helictotrichon cantabricum, Poa alpina, Carex ornithopoda, Sesleria albicans, Avenula pratensis, etc. Además, donde se da un mayor acúmulo de nieve, se forman pastos quionófilos con Sesleria albicans, Armeria pubinervis, Carex sempervirens o Aquilegia pyrenaica. En las formaciones de matorral que aparecen entre los pastos destacan Pteridium aquilinum, Genista hispanica subsp. occidentalis, Erica vagas, Erica cinerea, Calluna vulgaris, Ulex europeaus, U. gallii o Crataegus monogyna.
Especies acompañantes
- Hongos
- Arbustos: Genista hispanica subsp. occidentalis, Erica vagas, Erica cinerea, Calluna vulgaris, Ulex europeaus, U. gallii, Daboecia cantabrica, Juniperus communis subsp. alpina, Crataegus monogyna.
- Árboles: Fagus sylvatica, Fraxinus excelsior, Taxus baccata, Ilex aquifolium.
- Helechos: Pteridium aquilinum.
- Invertebrados
- Anfibios: Salamandra salamandra, Triturus marmoratus, Ichthyosaura alpestris, Alytes obstetricans y Rana temporaria.
- Reptiles: Podarcis muralis, Zootoca vivípara, Coronella austriaca, Natrix astreptophora y Vipera seoanei.
- Aves
- Mamíferos
Tipos de hábitats asociados
Como hemos comentado anteriormente en los pastos de montaña se intercalan y combinan varios tipos de pastos y matorrales, lo que le da su característica estructura y favorece una riqueza de especies muy considerable.
a) Pastos acidófilos cantábricos montanos.
b) Pastizales mesoxerófilos montanos y de crestones.
c) Pastizales de Helictotrichon cantabricum.
d) Pastizales quionófilos.
e) Helechales montanos.
f) Brezales cantábricos.
g) Matorrales de otabera.
h) Enebrales de Juniperus communis subsp. alpina.
Elementos del paisaje asociados con a los pastos de montaña
Los pastos de montaña en Aralar son fruto de factores tanto naturales (geología, clima, vegetación potencial), como de la presencia desde la prehistoria de la actividad humana ligada al pastoreo. La estructura del paisaje de los pastos altimontanos de Aralar ha ido variando a lo largo del tiempo, y ha estado estrechamente ligado a los usos y aprovechamientos que se han dado en cada momento. Testigo de ello son los numerosos yacimientos arqueológicos, dólmenes, crómlech, antiguas txabolas pastoriles… Actualmente la parte alta de la sierra está salpicada de txabolas que son utilizadas por los pastores en época estival.
Los pastos forman mosaicos con formaciones arbustivas y bosques, pero también encontraremos afloramientos de roca caliza, y zonas húmedas (pequeñas regatas, trampales, charcas…). En estos hábitats viven especies de fauna y flora muy singular y especializada.
Todo ello, confiere a los pastos de Aralar un valor muy significativo desde el punto de vista cultural, histórico y natural.