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A la hora de valorar los hábitats presentes en una zona rara vez se atienden a los parámetros científicos de mejora de la biodiversidad (como por ejemplo el aumento del número de especies, o el volumen de madera muerta presente en un bosque) o de la calidad el paisaje (atendiendo a la recuperación de elementos tradicionales como las metas de hierba, charchas, muros de piedra…) en la gestión de los terrenos agrícolas y forestales. Resumiendo, se puede indicar que la diversidad de hábitats que presenta el valle de Larraun, unido a la preservación de microelementos del paisaje, resulta esencial para la conservación de especies singulares.

El término manido a lo largo de las últimas décadas es el concepto de biodiversidad, descrito como la cantidad, variedad y variabilidad de los organismos vivos. Incluye la diversidad dentro de las especies, entre especies y entre ecosistemas, abarcando la manera en que esta diversidad cambia de un lugar a otro y con el paso del tiempo.

El concepto incluye a todos los organismos, desde las bacterias microscópicas hasta las más complejas plantas y animales. Se conoce una parte muy pequeña de la biodiversidad de la Sierra de Aralar y valles del entorno, y como suele ser costumbre, los organismos mejor conocidos de los tres reinos principales son: los hongos macroscópicos en el reino fungi, los árboles y arbustos en el reino plantae y los vertebrados en el reino animalia. Intentando representar la diversidad de la Sierra de Aralar y valles del entorno, se han escogido algunos representantes de estos tres reinos.

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