Los paisajes tradicionales, que albergan buena parte de la diversidad de la sierra de Aralar y valles del entorno, están sufriendo en las últimas décadas el abandono de la actividad agroganadera o un uso cada vez más intensivo, perdiendo en buena medida el carácter de mosaico en el que se integran diferentes tipos de ambientes: desde los paisajes herbáceos de prados y pastos, pasando por los matorrales y finalizando en los bosques nativos que en ocasiones se han sustituido por plantaciones monoespecíficas.
En este apartado se destacan los hábitats referentes de la sierra de Aralar y valles del entorno, entre los que destacan por su rareza y problemática: la campiña atlántica y los pastos de alta montaña, es decir los ambientes ligados al primer sector, el agrícola y/o ganadero. A través de las siguientes fichas técnicas se describe y resalta los valores naturales que albergan los principales hábitats del área de estudio.